Este tipo de reutilización va dirigida principalmente al riego de masas forestales de propiedad pública, al riego de parques y jardines públicos, al riego de calles a la lucha contra incendios municipales y forestales, y la creación de lagos artificiales. El consumo de agua residual para estos fines puede equilibrar la producción, siendo nulo el exceso de agua residual depurada y evitando problemas derivados del impacto medioambiental. El tratamiento de las aguas residuales urbanas es la utilización más costosa que se puede llevar a cabo, ya que se exigen unos rigurosos criterios de calidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda las siguientes indicaciones: 1) Ningún microorganismo coliforme fecal en 100 ml; 2) Ninguna partícula vírica en 100 ml; 3) Ningún efecto tóxico en el hombre; 4) Observación de los demás criterios aplicables al agua potable.