El Gobierno obligará por ley a que el transporte de animales de granja se produzca "en condiciones dignas", en el menor tiempo posible, con agua, alimentos y periodos de descanso para evitar "sufrimientos inútiles". Así lo establece el proyecto, aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que también protegerá a los animales de laboratorio como "seres sensibles", regulará los sacrificios e impondrá multas de hasta 100.000 euros.

Según la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, esta iniciativa permitirá que los animales reciban un trato adecuado a su condición de seres vivos. La norma no afecta a corridas de toros ni a animales de compañía, pero extiende a ellos actividades consideradas graves como el maltrato, el abandono o uso en peleas y las medidas sobre su transporte si se realiza de forma colectiva.

La futura ley sobre protección de los animales de producción y para experimentación y otros fines científicos, como se denomina oficialmente, considera que "el empleo de animales con fines experimentales sigue siendo necesario para el avance de la ciencia", pero "la sociedad reclama que este uso se haga con las máximas garantías para la protección de los mismos".

MATAR POR PERVERSIDAD El texto prohíbe maltratar, dañar o investigar en animales si esto les produce "sufrimientos o daños inútiles", abandonarlos, "matarlos por juego o perversidad" o permitir que se escapen del laboratorio. Además, los centros donde se críen animales o donde se investigue con ellos deberán estar inscritos en un registro.

Las condiciones de tamaño de jaulas, temperatura y tratamiento de animales de laboratorio ya fueron reguladas por decreto en octubre del 2005. La norma obliga a comunicar si un animal se ha escapado y castiga a quienes permitan su liberación. Según datos de Agricultura, en el 2005 se utilizaron en España 626.598 animales en experimentación, la mitad de ellos eran ratones.

El proyecto también establece que los mataderos tendrán que estar diseñados "para no ocasionar a los animales agitación, dolor o sufrimientos evitables", pero permite excepciones cuando el sacrificio siga los ritos de iglesias y religiones.