UN EQUIPO de científicos de la Universidad de Londres ha descubierto que una misma proteína, la beta-amiloide, es la responsable de la enfermedad de alzhéimer y de la ceguera por glaucoma, localizada en el nervio óptico. Este hallazgo abre una nueva esperanza en la prevención de la ceguera por glaucoma y en el desarrollo de fármacos.