Las alarmas han saltado en Algeciras. El carguero New Flame, encallado en la bahía desde el pasado día 12 tras chocar con un petrolero, corre el riesgo de partirse en dos, según el Gobierno de Gibraltar. No obstante, el Ejecutivo explica que no habría riesgo de vertido ya que los tanques de fuel quedarían a flote en la popa. Los ecologistas reclaman la puesta en marcha de un plan de urgencia ante los riesgos por la extracción del combustible, que los vientos de poniente podrían arrastrar varios kilómetros.

El peligro ha surgido por el oleaje y las fuertes corrientes existentes en el Estrecho, que han vuelto "inestable" al carguero. El New Flame permanece semihundido a media milla de Punta Europa, en aguas gibraltareñas, de las que salió sin permiso irrumpiendo en la trayectoria de otra nave. Los técnicos de la firma griega encargada de la extracción de las 750 toneladas de fuel el lunes suspendieron las tareas y abandonaron el barco.

El Gobierno gibraltareño ha informado de que realizará una inspección submarina. Los expertos le han asegurado que en caso de rotura no habría riesgo de vertido, ya que la popa se mantendría a flote y el fuel estaría intacto en los tanques.