La ONU admitió ayer problemas en la distribución de ayuda a los damnificados por el terremoto que sacudió Perú el 18 de agosto, pero agregó que las autoridades locales los están solventando. La subsecretaria adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Margareta Wahlstrom, atribuyó ayer esas deficiencias a la multitud de organizaciones y entidades internacionales que han acudido en ayuda de la población afectada.

"Hay suficientes víveres, agua, alimentos, lonas de plástico, mantas y otras cosas, pero ha habido muchos activistas en el lugar y no se ha coordinado de forma suficiente para que se siguieran las indicaciones del Gobierno" peruano, agregó Wahlstrom en una conferencia de prensa en Naciones Unidas.

Explicó que ahora la tarea se centra en orientar a las autoridades del país andino sobre las labores de asistencia e identificar dónde se encuentran las poblaciones necesitadas, especialmente en las zonas rurales.

"Nos vamos a asegurar de que así se haga. El Gobierno de Perú, al darse cuenta de la situación, inició un censo local para determinar exactamente la población que hay (en la zona afectada) y cuán grande es la necesidad", agregó. Las denuncias por los problemas de distribución de ayuda se han multiplicado los últimos días en la prensa peruana y entre las oenegés, hasta el punto de que algunos aluden a una situación de caos.

Sin embargo, el presidente de Perú, Alan García, dijo el miércoles que la ayuda había llegado al 95% de las personas afectadas y restó importancia a las diversas quejas que han aparecido en los medios de comunicación.