Más de 500 personas trabajan en la extinción del incendio forestal que el pasado
martes comenzó en la localidad de Les Useres (Castellón) y que se prevé que siga
activo por tercera noche consecutiva, después de quemar miles de hectáreas y
afectar a un total de seis términos municipales.
Uno de los tres frentes de fuego, el de la localidad de Llucena, es
especialmente preocupante, según fuentes de los servicios de extinción, por lo
que en ese lugar se han concentrado los más de 30 aviones y helicópteros que
podrán actuar hasta que llegue la noche para evitar que las llamas afecten al
Parque Natural de Peñagolosa, con masa de pinar muy densa y de alto valor
ecológico.
Los de los otros dos frentes, el de Bovalar esta "estabilizado", y el de
Costur se encuentra "delimitado", según el vicepresidente primero del Gobierno
valenciano, Vicente Rambla.
Un total de 26 brigadas forestales, con 37 autobombas y cubas, y 165
integrantes de la Unidad Militar de Emergencia (UME), tendrán que luchar contra
el fuego durante la noche sin el apoyo de los medios de extinción aéreos.
125 personas desalojadas
Las 125 personas desalojadas de sus casas desde ayer por el avance del fuego
han vuelto a sus domicilios, según el Centro de Emergencias de la Generalitat.
Respecto a la superficie afectada por el incendio, el vicepresidente primero del
Gobierno de la Generalitat afirmó que sigue aumentando "de forma sustancial" y
podría haber aumentado en "varios miles" de hectáreas.
El vicepresidente hizo esta apreciación en una rueda de prensa al ser
preguntado por el número de hectáreas quemadas en este incendio que afecta a los
términos municipales de Les Useres, Llucena, Costur, Alcora, Atzeneta del
Maestrat y Figueroles y que comenzó por una negligencia en unos trabajos en la
red eléctrica.
Rambla no ofreció ninguna cifra concreta, después de que ayer hablara de más
de 1.500 hectáreas quemadas, y se limitó a precisar que desde entonces podría
haber aumentado en "varios miles". Según vecinos de Les Useres, "más de medio
término municipal está quemado", lo que supondría, sólo en esta localidad, unas
2.500 hectáreas.
Por el momento la superficie quemada ha sido mayoritariamente de monte bajo y
matorral, además de afectar a huertos de almendros, olivos y garroferas que,
según los vecinos, "son de gran valor y será muy difícil recuperarlos". El
gobierno valenciano anunció que en su sesión plenaria de mañana aprobará las
primeras medidas para afrontar los daños ocasionados en las zonas quemadas.
Por otra parte, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se
desplazará en las próximas horas a la zona afectada por el incendio y asistirá
mañana a la reunión del Centro de Cooperación Operativa Integrado (CECOPI), que
coordina los medios que intervienen en la extinción del fuego.
El tiempo no ha acompañado
La meteorología ha sido en los dos últimos días "muy adversa", según aseguró
el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, con temperaturas que alcanzaron
los 40 grados centígrados y un viento variable que llegó a los 60 kilómetros por
hora, lo que hace de éste "un incendio especialmente complejo".
Esta tarde la temperatura disminuyó considerablemente y el viento no soplaba
tan fuerte, lo que hace prever, según afirmó el vicepresidente Vicente Rambla,
que "la evolución sea positiva". El Puesto de Mando Avanzado se ha desplazado a
la localidad de Llucena desde Les Useres, ya que en esta última localidad la
situación está estabilizada.
Las dos últimas noches fueron especialmente complicadas en Les Useres, ya que
las llamas amenazaban con llegar al núcleo urbano y avanzaban con gran
virulencia. El vicepresidente Rambla afirmó que "siempre se ha priorizado la
atención a las personas para que no corrieran peligro y los medios para las
posibles evacuaciones están siempre preparados".