La cirugía plástica no hace milagros y, a veces, se pone en tela de juicio. La última técnica es tan imaginativa y pionera que permite elevar la estatura entre tres y cinco centímetros y, en principio, solucionar el problema de personas que son rechazadas, por la mínima, para ser soldado, policía, bombero, azafata, modelo o agente comercial. Desde hace aproximadamente un año, Luis de la Cruz, jefe de cirugía plástica de la Clínica La Luz de Madrid, la ha aplicado a 10 hombres y 9 mujeres que aspiraban a estos empleos o trataban de superar algún complejo.

La solución es tan simple como colocar una prótesis de silicona sólida en la cabeza, sin tener que pasar --según el médico-- por operaciones delicadas, traumáticas y con efectos secundarios como la cirugía del alargamiento de piernas (tibia y fémur). La técnica se emplea desde hace años para corregir el mentón retraído con prótesis de silicona en los pómulos. "Hace dos años vino a mi consulta una aspirante a azafata desesperada porque le faltaba un centímetro y medio. Le dije que no se podía hacer nada, pero luego pensé que quizá se podía extrapolar la técnica del mentón. Así lo hicimos. Fue un éxito", dice De la Cruz, médico que lleva 27 años dedicado a la cirugía plástica.

Tras los estudios preliminares, que incluyen un perfil psicológico del paciente, la prótesis se coloca entre el cuero cabelludo y el hueso del cráneo a través de una incisión de cinco centímetros. Los implantes, diseñados a medida de cada cabeza, son de un material inerte más seguro que el usado para aumentar mamas.

La cicatriz, según el cirujano, queda oculta bajo el pelo, por lo que resulta imperceptible al tacto y la vista, salvo en el caso de los calvos. De la Cruz explica que todo el proceso se realiza baja sedación intravenosa y anestesia local, y que lo normal es que el paciente solo esté una noche hospitalizado. Eso sí, con la cabeza vendada. Tendrá que regresar a los tres días para una revisión y recibir el alta. Y ya podrá lavarse la cabeza.

¿No se corre el riesgo de que la cabeza del operado quede como la de Marge Simpson? "No. Antes de nada --subrayó De la Cruz-- se estudia el cráneo de cada paciente. Se hacen radiografías de frente y perfil para ver su convexidad. En cabezas alargadas, apepinadas o turricefalias --el 10% de población--, no va bien estéticamente y se desaconseja".

En cambio, cuadra perfectamente en personas que tienen el cráneo más ancho, que no solamente ganan altura, sino que logran una mejora estética y unas proporciones más armónicas. "Con cuatro centímetros de tacón más otros tantos con esta operación, pareces otra persona, te cambia la vida", comenta entusiasmada Eugenia, una de las pacientes intervenidas que aceptó hablar de esta cirugía.

SIN SECUELAS FÍSICAS De la Cruz cifra el coste de esta intervención en unos 5.000 euros y asegura que hasta ahora no se han detectado reacciones inmunológicas. La única posible molestia es una tirantez en la piel que puede hacer que la herida tarde más en curar, pero no deja secuelas físicas.