UNOS 70 subsaharianos entraron por la fuerza en la madrugada del domingo en Melilla, por encima de las fuerzas policiales marroquís y españolas que custodian el principal puesto fronterizo hiriendo a varios de ellos, aunque un dispositivo especial consiguió detener en las horas posteriores a más de 50 de ellos. Los demás siguen siendo buscados. Este sistema de entrada, novedoso, se produce después de que los inmigrantes vieran reducidas sus posibilidades de acceder a Melilla tras elevar la doble valla a seis metros de altura.