El cannabis, una sustancia que consumen habitualmente dos millones de españoles y que han fumado en el último mes uno de cada cinco adolescentes, pasa factura. Un estudio pionero en el mundo realizado por el Plan Nacional sobre Drogas revela que casi 50.000 jóvenes de entre 14 y 18 años presentan lo que los expertos llaman un "consumo problemático". Esta denominación ambigua, fruto de un consumo frecuente y peligroso, se traduce en un serio riesgo de adicción y de sufrir secuelas físicas, psicológicas y sociales.

La investigación, presentada ayer por la delegada del plan, Carmen Moya, se basa en una encuesta a 14.589 estudiantes. Con el fin de delimitar el alcance del consumo de maría, los autores se han servido de la escala CAST, basada en seis preguntas indirectas y cinco baremos.

Los participantes han respondido a preguntas como si fuman canutos antes del mediodía o en solitario, si han tenido problemas de memoria, de comportamiento y sin han intentado dejar el cannabis sin éxito.

"Lo ideal hubiera sido una entrevista clínica a cada adolescente, pero hubiera sido muy costoso. El nivel de dependencia siempre es muy difícil de establecer, pero con esta escala se detectan perfectamente las situaciones de riesgo", subrayó Julián de Vicente, experto del Observatorio Europeo de Drogas y uno de los coordinadores del estudio.

El canuto está perdiendo clientes en España, lo mismo que el alcohol, el tabaco, la cocaína y la heroína inyectada, según el informe del Observatorio Español sobre Drogas 2007, presentado también ayer. Tras muchos años sin freno, la cocaína ha iniciado un "esperanzador descenso", aunque el polvo blanco sigue siendo la droga más problemática y responsable del 63,4% de los ingresos urgentes por estupefacientes.

El informe anual llama la atención sobre el "preocupante retorno" de la heroína fumada. El 1% de los adolescentes la ha probado. "Hemos observado un ligero aumento del consumo de esta droga, una señal para que estemos atentos por si continúa este ritmo", recordó Moya.