El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, aportó ayer nuevos datos sobre su propuesta de restringir el derecho de reagrupación familiar de los inmigrantes al introducir la posibilidad de que se impongan requisitos "socioeconómicos" más exigentes para quienes quieren traer a su familia a España.

Aunque admitió que ya existen una serie de condiciones económicas y laborales para conceder la reagrupación familiar de los extranjeros, Corbacho opinó que estas obligaciones "son muy débiles". Incluso planteó si "el concepto" de la reagrupación "tiene que estar tan abierto como dice ahora la ley o si debe tener sus propias limitaciones", en referencia a la idea que baraja su ministerio desde hace semanas de que los reagrupados únicamente podrían ser miembros del núcleo familiar, compuesto por el matrimonio y los hijos menores de edad. Los abuelos quedarían, por tanto, excluidos de esta concesión.

DESESTRUCTURACIÓN "La reagrupación familiar tiene una idea básica, potenciar el núcleo familiar y consolidar la estructura de la familia, pero para eso hay una condición sine qua non: que quien reagrupa tenga las condiciones mínimamente adecuadas para garantizar que esa familia no se va a desestructurar, sino todo lo contrario". declaró el ministro.

En la actualidad, la normativa establece como requisitos para la reagrupación "la justificación documental que acredite la disponibilidad de una vivienda adecuada para atender las necesidades del reagrupante y de la familia", así como "acreditación de empleo y/o recursos económicos para atender las necesidades" de la misma, en una cuantía exigible que varía en función del número de reagrupados y las condiciones de los mismos.

En ese sentido, "con 1.000 euros de nómina y una vivienda suele ser bastante porque los servicios sociales analizan cada caso sobre la marcha", dijo a Europa Press el portavoz de la asociación Rumiñaui, Raúl Jiménez. Sin embargo, con la medida que plantea Corbacho, que podría introducirse en la reforma de la ley de extranjería cuyo trabajo parlamentario empezará en septiembre, una persona con ese perfil tendría más difícil la reagrupación familiar.

Asimismo, los inmigrantes que quieran cobrar la prestación de desempleo para regresar a su país tendrán que esperar hasta después del verano, ya que hasta septiembre no se aprobará el plan de ayuda al retorno voluntario de inmigrantes.