CIENTÍFICOS que viajan a bordo de un barco ruso afirman tener pruebas de que millones de toneladas de metano, un gas 20 veces más potente desde el punto de vista del calentamiento atmosférico que el dióxido de carbono, está escapando a la atmósfera desde los fondos marinos del Ártico. Depósitos masivos de metano encerrados bajo esos fondos suben hasta la superficie en forma de grandes burbujas.