La ocasión mereció que la agente literaria Carmen Balcells saliese excepcionalmente de su retiro para bendecirla desde la cabecera de la mesa. La enciclopedia gastronómica que Manuel Vázquez Montalbán publicó entre el 2002 y el 2003 (el Carvalho gastronómico, originalmente 10 volúmenes ilustrados) llegará al gran público en versión de bolsillo. Ayer, en el restaurante Casa Leopoldo, entre familiares, amigos y una selección de platos a la manolo --cap i pota con callos y judías, albóndigas con sepia, butifarra con setas, habitas con jamón--, Ediciones B puso sobre la mesa los cinco primeros tomos que inician la recuperación de esta obra, en el quinto aniversario de la muerte del escritor.

"Casa Leopoldo sigue siendo lo que era, y es fantástico que Manolo esté presente", comentó Balcells. En el restaurante --varias fotografías recuerdan al autor-- y en los actos, reediciones y conmemoraciones que se preparan en este aniversario. Según la matriarca de las agentes literarias, tanto la familia como ella harán "lo imposible" para que se recuperen "de manera escogida y temática" las múltiples facetas del Manuel Vázquez Montalbán poeta, gastrónomo, viajero, ensayista, columnista y novelista. Muchas de ellas necesitarán, para volver a la luz, de operaciones como la del Carvalho gastronómico o la reciente edición de la poesía completa en Península.

En los libros presentados ayer, las opiniones de Manuel Vázquez Montalbán sobre la comida están salteadas con todas las referencias al comer y el beber que aparecen en sus novelas protagonizadas por el detective Pepe Carvalho. Los libros reeditados, a un precio de 10 euros, "incluyen recetarios detalles y curiosidades, rigor, sentido del humor y ternura", detalló la editora de Zeta Bolsillo, Marta Rossich.

La opinión del experto lo confirmó: el cocinero Sergi Arola avaló unas "recetas muy sencillas, para tener en casa", pero también destacó la "implicación emocional e intelectual" en la gastronomía del autor. Con una independencia de criterio, opinó Arola, que se encuentra a faltar entre muchos de los actuales críticos gastronómicos que "han perdido parte de la honestidad en el análisis" por su connivencia con certámenes o empresas del sector. Y que sin duda le hubiese hecho comentar "con retranca" el "teatro" que ha rodeado en los últimos meses las polémicas entre cocineros.