Investigadores de la Universitat de València y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han detectado en el Sol remolinos que tienen el tamaño de los huracanes terrestres y se producen por el mismo mecanismo que hace girar al agua en la bañera cuando se acerca al desagüe.

El IAC explicó ayer que esta detección confirma una predicción específica y esquiva de los modelos teóricos de convección solar. Este fenómeno se buscaba desde hace 20 años, indica el investigador del IAC José Antonio Bonet, quien reconoce que se ha encontrado "por casualidad". Bonet indica que los científicos contaban el número de puntos brillantes magnéticos que tiene el Sol y descubrieron que algunos giran en espiral antes de desaparecer. Luego se dieron cuenta de que se trataba de los remolinos que predecían los modelos de convección.