El magistrado Joaquín Huelin ha regañado a sus compañeros del Supremo por no dirigirse al Tribunal Europeo antes de decidir que los libros de bautismo no son ficheros. Este juez recuerda que "las convicciones religiosas" están especialmente protegidas en el derecho europeo. Además, Huelin discrepa de la interpretación de sus colegas, ya que considera que los libros de bautismo son ficheros porque el sacramento "debe ser inscrito, sin demora, por el párroco con indicación del nombre del bautizado, el nombre del cura que lo administró, el de los padres, padrinos y testigos, la fecha de la celebración y el lugar".

Asimismo, sostiene que las partidas de bautismo, además de por el individuo bautizado, pueden ser consultadas por terceros como investigadores, "estudiosos u otras personas que tengan otros intereses legítimos".