"Los homosexuales eran peligrosos sociales para el Estado, pecadores para la Iglesia, enfermos para la medicina y escoria para la ciudadanía". Así resume José Benito Eres, presidente del Grupo de Amigos Gais, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales, la dureza con la que vivió el colectivo homosexual la represión franquista. Eran condenados a prisión por la ley de vagos y maleantes, que los consideraba delincuentes, sufrieron torturas y, además, eran delatados por sus propios vecinos. Reivindican que pocas veces son tenidos en cuenta cuando se habla de memoria histórica, por lo que la entidad presentó ayer en Barcelona el libro Homosexuales y transexuales: los otros represaliados y discriminados del franquismo, con el objetivo de evitar que esa persecución caiga en el olvido.

El colectivo lamenta que "solo existan un par de documentales, dos historias noveladas y algunos estudios académicos" al respecto. En España se abrieron 50.000 expedientes y 5.000 fichas policiales a personas por su orientación sexual y, según Eres, hay documentos que acreditan que a algunos se les practicaron electrochoques.