Además de ensuciar las calles y deteriorar los monumentos, las aves-plaga también suponen una amenaza para algunas infraestructuras, como los aeropuertos, que se ven obligados a activar iniciativas para desviar estos pájaros en áreas conflictivas mediante la utilización de halcones que vuelan sobre las pistas todo el año.

Para evitar la multiplicación de estas aves-plaga en las ciudades existen muchas técnicas de control que, combinadas, son muy efectivas. Las mallas protectoras, los alambres tensados para cornisas, alambres con púas, métodos de trampeo o sistemas eléctricos que producen unas descargas para que las aves no se posen son los métodos más usados por las empresas de control de plagas, explica la directora de Anecpla.

Milagros Fernández de Lezeta también subraya que, contrariamente a la creencia generalizada, las técnicas luminosas y ruidosas como escopetas, explosivos o los discos compactos colocados en las ventanas, no ahuyentan a estas aves, que acaban por acostumbrarse al ruido.