El alcohol deshidrata y es una sustancia adictiva, con gran aportación calórica y escasos nutrientes, por lo que es el ingrediente de las bebidas más perjudicial para la salud, según un estudio realizado por IMS Health, que recoge 2.500 recomendaciones de médicos y especialistas. Los expertos recuerdan que en verano sentimos la necesidad de ingerir más cantidades de líquido para combatir el calor pero advierten de que, a pesar de lo que comúnmente se cree, las bebidas con contenido alcohólico no hidratan y pueden conllevar efectos negativos sobre el organismo.

Según el citado estudio, la ingesta de bebidas alcohólicas puede desembocar en problemas como hipertensión, daño hepático, reflujo gástrico o miocardiopatía dilatada.