Un grupo de investigadores belgas del Hospital Universitario de Bruselas diseñó una nueva cuna que ayuda a dormir mejor a los recién nacidos, ya que evita las molestias estomacales que afectan a uno de cada cinco bebés, según publicó ayer la prensa de este país.

La cama permite a los bebés dormir sobre su espalda con una inclinación mínima de 40 grados, que evita que el ácido del estómago ascienda hasta el esófago, la faringe o la boca, afección conocida como reflujo gastroesofágico. El invento permite prescindir de otros métodos más tradicionales, como medicamentos o tratamientos alimenticios que pueden tener efectos sobre la flora intestinal. Los resultados de la investigación apuntan a que las molestias bajaron en una semana.