Los padres de la niña británica Madeleine McCann, desaparecida en el Algarve portugués en mayo del 2007, aseguraron ayer que la aparición de la estadounidense Jaycee Lee Dugard, casi dos décadas después de ser secuestrada, les anima a "seguir buscando a su hija" con todas sus fuerzas. "Este caso muestra que un niño puede desaparecer de repente sin dejar rastro y ser encontrado años más tarde", indicaron Kate y Gerry McCann. En su opinión, "nunca hay que asumir que alguien ha perdido la vida sin evidencias que lo demuestren", por lo que manifestaron su disposición a "no darse por vencidos" y continuar buscando a la pequeña."Ella está ahí fuera, en alguna parte, y alguien sabe dónde", afirmaron los McCann.