La noticia más esperada en el Principado de Mónaco se dio a conocer ayer de forma oficial. El príncipe Alberto, de 52 años, ha decidido por fin abandonar su soltería y casarse con su novia de hace cuatro años, la nadadora surafricana Charlene Wittstock, de 32. La casa real monegasca hizo publico el compromiso, aunque sin precisar la fecha y el lugar del enlace, y distribuyó la primera foto oficial de la pareja.

El refrán dice que de una boda sale otra, y en este caso parece que se ha cumplido, ya que el anuncio oficial se ha dado a conocer solo cuatro días después de que el príncipe y su novia asistieran a la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Parece que la emoción de aquel acto caló tan hondo en Alberto que decidió dar un paso adelante en su relación con Charlene.

ORIENTACIÓN SEXUAL Y es que a Alberto le ha costado tanto abandonar su soltería que, incluso, se ha llegado a dudar de su orientación sexual. La pareja se conoció en el año 2000, cuando ella participaba en un campeonato de natación celebrado en el Principado y donde ganó la medalla de oro en la prueba de 200 metros espalda. Pero hasta seis años después no se confirmó públicamente el noviazgo. Las Olimpiadas de Invierno en Turín del 2006 fue el marco elegido por Alberto para presentar a su novia. Desde entonces, Charlene ha aparecido junto al príncipe en muchos actos públicos y oficiales, tanto en Mónaco como fuera del país, y se han dejado fotografiar varias veces, incluso haciéndose toda clase de arrumacos.

Alberto ha protagonizado numerosos romances desde hace años, según ha recogido la prensa especializada en temas del corazón. En su lista de conquistas figuran modelos como Claudia Schiffer y Tasha de Vasconcelos, y actrices como Brooke Shields. Incluso se le llegó a relacionar con Telma Ortiz, hermana de la princesa de Asturias, a la que conoció en la boda de Felipe y Letizia, romance que fue desmentido por el abogado del príncipe.

En su currículo figuran dos hijos nacidos de relaciones esporádicas, que el príncipe ha reconocido como suyos. Uno de ellos es Jazmin Grace Rotolo, de 18 años, fruto de la relación de Alberto con una camarera, que disfrutaba en Mónaco de sus vacaciones junto a su marido, en 1991. El segundo, Alexandre Eric Stéphane, de 6 años, lo tuvo con una azafata togolesa, Nicole Coste. Ninguno de ellos tiene derechos sucesorios, al haber nacido fuera del matrimonio católico.