La infancia de los niños españoles se reduce paulatinamente y pierde terreno frente a la adolescencia, en la que los menores entran cada vez a edades más tempranas, adoptando modelos de comportamiento adulto a partir de los 11 años.

Los niños “no están viviendo la infancia”, aseguró ayer la catedrática de Teoría de la Educación de la Universitat de València Petra María Pérez, autora del estudio Infancia y familias. Valores y estilo de educación que analiza el comportamiento de las familias con hijos entre los 6 y los 14 años, que suponen alrededor de un 20% de los hogares españoles.

Mientras que los niños se entretenían antes hasta los 13 años con muñecas, coches y otros juguetes tradicionales, en la actualidad dejan de jugar a una edad muy prematura, les interesan los programas de televisión de adultos, quieren vestirse como mayores y utilizan teléfonos móviles. H