La Policía ha desarticulado en Madrid una red de proxenetas dedicaba a explotar sexualmente a mujeres asiáticas, en una operación en la que han sido detenidas once personas de nacionalidad china, que se servían de anuncios de prensa escrita e Internet para captar clientes.

Además, en la operación se han desmantelado siete inmuebles en la capital, en los que las víctimas en situación irregular ejercían la prostitución, informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil.

LAS INVESTIGACIONES COMENZARON EN MARZO

Las investigaciones se iniciaron a principios del mes de marzo, cuando los agentes tuvieron noticias de que un grupo, integrado por ciudadanos chinos, obligaba a mujeres de su misma nacionalidad a ejercer la prostitución. Abusaban de su situación de necesidad y vulnerabilidad para obtener un elevado beneficio económico.

Las mujeres explotadas se encontraban en viviendas con pésimas condiciones higiénicas y hacinadas en minúsculos habitáculos, resultado de dividir las estancias del domicilio en varias mini-habitaciones, separadas por cortinas o láminas de madera.

Las víctimas obtenían como única remuneración su propia manutención.

Los investigadores constataron que el grupo utilizaba para atraer a los clientes abundante publicidad en páginas de contactos de periódicos e Internet, y que las chicas eran trasladadas indistintamente entre los diferentes domicilios que controlaban.

La organización se encontraba perfectamente estructurada en diferentes niveles, desde sus máximos líderes hasta integrantes que se encargaban de reclutar a las víctimas y determinar los lugares, precios y duración de los servicios.

Dentro del grupo, determinadas personas, generalmente mujeres, controlaban desde los domicilios la "actividad" y coordinaban y contactaban con posibles clientes a través del número de teléfono publicitado, además de informar de servicios, lugares de prestación de los mismos y tarifas.

Estas mujeres al mando de cada domicilio eran las encargadas de las cuentas de ingresos y gastos, así como de la organización de los encuentros o traslado y recogida de la chica o chicas solicitadas a otras direcciones, hoteles y domicilios.

En una de las viviendas los agentes localizaron un laboratorio completo para la fabricación casera de "kin" -ketamina-, una sustancia anestésica para animales y en ocasiones usada para "cortar" ciertos estupefacientes.

La investigación ha sido realizada por agentes de la UCRIF Central de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, de la UCRIF de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial.