La mitad de las personas de entre 16 y 34 años tarda más de un año en encontrar un empleo al acabar sus estudios, según los datos de 2009 facilitados hoy por el Instituto Nacional de Estadística.

De entre ellos, hay un 4,6 por ciento que tardó diez años o más en encontrar un trabajo y un 9,95 por ciento que tardó entre cinco y diez años.

Del lado contrario, el 28,1% de los jóvenes comenzó a trabajar en menos de un mes tras finalizar su formación.

Las mujeres lo tuvieron más difícil para incorporarse al mercado laboral, ya que el 51,1% tardó al menos doce meses en encontrar trabajo al acabar su aprendizaje frente al 48,8% de los hombres.

En cuanto a las mujeres que comenzaron a trabajar en menos de un mes, también fueron menos que los varones al representar el 26,9% de las jóvenes frente al 29,1% de los hombres.

Al 14,7% de los jóvenes que consiguieron encontrar un primer empleo relevante tras acabar sus estudios les duró menos de cinco meses, mientras que uno de cada cinco lo mantuvo entre uno y dos años, y uno de cada tres lo desempeñó durante más de tres años.

Las mujeres jóvenes también se vieron más afectadas por la temporalidad ya que, de las que consiguieron encontrar un empleo, el 36,8% lo tuvo por menos de dos años, frente al 33,4% de los hombres.

Mientras, el 34,8% de los hombres encontró un trabajo con una duración de más de tres años frente al 31,9% de las mujeres.

La fórmula que más le funcionó a los jóvenes para encontrar un empleo fue a través de familiares o amigos (el 47,9%), seguida de enviar el currículum directamente a una empresa (el 19,8%). Sólo el 2% de los jóvenes decidió crear su propio negocio.

Casi un de cada cuatro jóvenes (el 23,6%) encontraron su primer empleo en el sector servicios, el 17,1% en la industria, la construcción o la minería, y el 15,7% desempeñaron trabajos no cualificados.

Por lo que se refiere a su situación profesional, el 94,8% trabajó por cuenta ajena y el 5,2% lo hizo por cuenta propia.