LA MUJER desahuciada por el Tribunal Supremo de la vivienda familiar, cuya titularidad se le adjudicó tras separarse de su marido, acusa a este órgano judicial de ser “cómplice” de su excónyuge, que dejó de pagar la hipoteca tras el divorcio. Julia Barea --la mujer-- dice que, al no ser titular del préstamo, no tuvo conocimiento del impago.