El legendario bosque de Sherwood en el que se escondía el heroico Robin Hood puede ser una de las víctimas del plan de austeridad del Gobierno británico. La ministra de Medio Ambiente, Carolina Spelman, está ultimando un plan para vender una buena parte de la masa forestal del país, que ahora es del Estado. Este otoño, Spelman presentará en la Cámara de los Comunes un proyecto para cambiar la ley por la que se rigen los llamados “bosques antiguos”, como el de Sherwood, cerca de Nottingham, o el de Dean, en el condado de Gloucester. De ser aprobada la ley, árboles centenarios podrán ser talados para que las empresas privadas construyan campos de golf, parques temáticos o aldeas de vacaciones, entre otros negocios.

La venta afectará a la mitad de las 748.000 hectáreas de bosques tuteladas por la Comisión Forestal. Una fuente del ministerio de Agricultura y Medio Ambiente consultada por el Sunday Telegraph ha presentado el plan de venta como “una manera de dar energía a nuestros bosques, poniendo la conservación en manos de las comunidades locales”.

OPOSICIÓN GENERALIZADA // Organizaciones como el National Trust o la Royal Society for the Protection of Birds quieren garantías de que el paisaje forestal no se verá perjudicado y esperan que bosques de gran valor como el de Dean, el de Sherwood escapen a la privatización. H