El Film & Cook, el primer festival de cine y gastronomía de Barcelona, que finaliza hoy, ha hecho honor a su filosofía y se ha convertido en un cruce de caminos entre la cocina y el séptimo arte. Y los espectadores que acudieron no solo se comportaron como sujetos pasivos, sino también, en algunos casos, comensales, ya que, tras cada película, se celebró una sesión para gurmets, ya sea la demostración, un taller o una degustación. El viernes, valga el tópico, se sirvieron varios platos fuertes, y todos ellos sazonados por cocineros premiados por la guía Michelin. Se volvió a proyectar el documental alemán El Bulli: cooking in progress (el festival abrió el jueves con su estreno en España); Mey Hofmann (una estrella) demostró su arte culinario tras el pase de Soul Kitchen, y el actor Unax Ugalde dialogó con el chef Xoán Crujeiras, del restaurante A Estación (una estrella), tras la proyección de la película Bon appétit.

En la charla, Ugalde explicó cómo preparó su papel de chef en esta coproducción suiza, alemana y española, para lo que estuvo haciendo prácticas en un restaurante. El actor llegó acompañado por su novia, la intérprete Ingrid Rubio, que dejó tirada a la organización al no participar, como se había comprometido, en el debate con el actor y el chef gallego. Al menos se quedó a la degustación de panes Turris, una de las firmas de referencia del sector, y a la cata de vinos Jean Leon.

El postre, delicioso, tentador, llegó hoy de la mano de Ferran Adrià, que charló con el director y la guionista de El Bulli: cooking in progress.