Emma Watson deja atrás a Hermione Granger. La actriz se despide del personaje que la ha hecho célebre. La joven está promocionando estos días en Estados Unidos Harry Potter y las reliquias de la muerte. Segunda 2, la última entrega de la serie en la que comenzó a trabajar cuando tenía 10 años. Ahora tiene 21, tantos como millones en el banco y una vida por delante.

El inicio de ese nuevo capítulo lo marcó cortándose el pelo, algo que por contrato les estuvo prohibido durante nueve años. En una reciente entrevista para la revista Vogue, la intérprete reconocía "estar buscando un camino", tras "haber vivido en una burbuja", en la última década. "No he tenido control de mi vida --se queja--, me encontraron y me eligieron para el papel". Hermione ha sido un personaje muy parecido a su propia manera de ser, como ella misma reconoce. "Nunca tuve que ensayar".

NUEVA ETAPA Pero a partir de ahora la exigencia será distinta y tendrá que demostrar su polivalencia y dotes como actriz. My week with Marilyn (Mi semana con Marilyn), en la que ha participado, es una dramatización de las tensas relaciones de Marilyn Monroe y Lawrence Olivier durante el rodaje de la película El príncipe y la corista. Watson es, además, la protagonista de The perks of being a wall flower, en la que interpreta a Sam, "una chica muy diferente a mí", según dice. A los chismosos de internet les bastó una foto de ella con su compañero de reparto, el actor Johnny Simmons, para adjudicarle un romance, que su representante ha desmentido. Los chicos son otro problema para ella.

De creer sus palabras, ellos la rehúyen, pese a su dulzura y sus encantos. "Creo que se sienten intimidados", afirma. "Puede ser el muro de la fama. Puede ser el circo que me rodea. A mí, personalmente, me cuesta creer que pueda intimidar a nadie".

La persecución a que la somete la prensa no ayuda, desde luego, a propiciar los romances. Durante un tiempo, la actriz compaginó rodajes y campañas publicitarias con los estudios en la Universidad de Brown, una de las más elitistas de EEUU. Inteligente y muy aplicada, siempre luchó por compaginar sus trabajos escolares con los largos rodajes en los filmes de Harry Potter.

De momento, sin embargo, ha aplazado la carrera. Hay otras salidas profesionales que le atraen, como la moda, por ejemplo. Este invierno diseñó su tercera colección para People Tree, una marca de ropa de bajo coste que promueve el mercado justo. Modelo de Burberry y de Lanc“me, el arte --y en especial la pintura-- es otra de sus pasiones.