El 42% de los conductores fallecidos en las carreteras españolas el año pasado dieron positivo en las pruebas detectoras de alcohol y drogas realizadas posteriormente, según un informe realizado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

Los resultados del estudio, en el que se analizó a 855 conductores y 211 peatones, indican que el 73% (más de 600 personas) de los automovilistas que perdieron la vida al volante presentaban una tasa de alcohol en sangre superior a 0,3 gramos por litro. En España está prohibido circular con una tasa superior a 0,5 gramos por litro (0,3 en conductores noveles y profesionales) y se considera delito a partir de 1,2 gramos por litro, un límite que superaban el 77% de los conductores fallecidos que habían ingerido alcohol.

Algo similar sucede en el caso de los peatones, en los que son mayoría los fallecidos que fueron atropellados después de haber bebido --62%-- seguidos de los que dieron positivo por psicofármacos. Además, un 88% de los peatones que dieron positivo por alcohol, superaban la tasa límite de 1,2 gramos por litro de sangre contemplado en el Código Penal.

DE DISEÑO // Por otro lado, el 30% de los conductores muertos en la carretera habían consumido drogas y el 20%, psicofármacos. Las drogas más habituales son, por este orden, cocaína, cannabis y anfetaminas. Si bien el patrón no ha variado en exceso en los últimos años, el director del Instituto Nacional de Toxicología, Juan Luis Valverde, puso el foco en el “imparable” incremento de las drogas de diseño en el 2010. Valverde explicó que se han detectado un treintena de sustancias psicoactivas, algunas de las cuales pueden comprarse fácilmente a través de internet, y que suponen tanto un riesgo para la salud como un grave peligro si se conduce bajo sus efectos.

Del informe se desprende que el 93% de los fallecidos eran hombres, de los cuales tres de cada cuatro tenía entre 21 y 50 años.

Estos datos se dieron a conocer con motivo de la presentación del informe Decenio de acción para la Seguridad Vial 2011-2020, en la que también se destacó el importante descenso de lesiones medulares (41%) y traumatismos craneoencefálicos (61%) provocados por accidentes de tráfico durante los últimos 10 años.

El descenso de las lesiones traumáticas por accidente tráfico ha sido posible, según la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, a las medidas de seguridad vial adoptadas en la década pasada y, en especial, a la generalización del uso del cinturón de seguridad y del casco.

La ministra recordó que los accidentes de tráfico provocan cada año 1,3 millones de víctimas mortales en todo el mundo y entre 20 y 50 millones de heridos, muchos de ellos “evitables”. “Si tenemos en cuenta la edad de los fallecidos, estas cifras confirman que los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre los 5 y los 44 años”, dijo.

Por ello, Pajín apostó por “seguir trabajando” y por “no bajar la guardia” para continuar en la senda de descenso de la siniestralidad vial en España.

En esta misma línea, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha destacado las terribles cifras de siniestralidad vial en países como la India, Brasil o México.

Navarro considera que es imprescindible fijarse objetivos ambiciosos, como el que se marcó la UE para el decenio 2001-2010 de reducir a la mitad las víctimas mortales y que, pese a todos los pronósticos, se ha cumplido.

La cita coincidió con el lanzamiento de una campaña de Tráfico para concienciar a los motoristas, después de un fin de semana en el que seis de los fallecidos en las carreteras iban sobre dos ruedas. Navarro calificó de “disparate” la cifra y pidió a quienes van en moto que extremen la precaución, aunque recordó que “en los últimos tres años se han reducido en un 47% los motoristas muertos en carretera”, lo que supone un descenso “espectacular”. H