Gerard Piqué protagonizó el lunes una imagen insólita. Fue inmortalizado con una kipá, pequeña gorra que usan los judíos practicantes, y con la cabeza apoyada en el muro de las lamentaciones en Jerusalén. El futbolista peregrinó a Tierra Santa con Shakira, que mientras él meditaba era recibida por centenares de niños que le cantaron el Waka-waka en un acto de Unicef.

La pareja viajó a Jerusalén para que la cantante participase en la inauguración del foro Enfrentando el mañana 2011, auspiciado por el presidente de Israel, Simón Peres, para abordar estrategias para la protección y educación en la infancia. La fundación de Peres colabora con las fundaciones del Barça y de Pies Descalzos, que creó Shakira.

Los otros novios del mundial, con permiso de Casillas y Carbonero, visitaron una escuela judeo-árabe, donde muchos escolares lucieron la camiseta del Barça. La pareja fue recibida por Peres, ante quien Shakira dijo que quiere un mundo "como el Barça" para "ganar el partido contra la discriminación".

Mientras, Cesc, amigo de Piqué, ya ha encontrado sustituta a su novia Carla, con la que rompió recientemente. El jugador, que ayer se dio un baño de multitudes en Yakarta (Indonesia) donde fue a promocionar unas galletas, ha sido fotografiado chapoteando en Niza con una joven llamada Daniela.