El catedrático de Zoología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Santiago Hernández y autor del libro "Democracia para Idiotas" cree que la semilla sembrada por los indignados "durará mucho" y que este movimiento social es equiparable al que luchó por el voto femenino. Así lo afirmó en una entrevista con Efe el también director de la XX Universidad de Verano de Maspalomas, con motivo de la conferencia que ofrecerá el próximo 4 de julio en el marco del curso "Las Controversias en las primaveras de la democracia en el siglo XXI". Santiago Hernández consideró que "cuando entra una idea en la sociedad", como la necesidad de poder participar en el sistema democrático, en lugar de que la democracia sea sólo un plebiscito cada cuatro años, tal y como enarbolan en sus consignas los indignados, "no hay ejército que la pare". Así, el catedrático de la ULPGC opinó que "la idea de más participación y de referendo" y la posibilidad de que cualquier ciudadano pueda llegar a cualquier instancia del poder "simplemente porque tenga apoyo social y porque lo haga bien ha calado entre los jóvenes", al igual que en generaciones anteriores, como la suya, caló la democracia. Aunque en aquella ocasión, dijo, el proceso salió adelante de una forma más acelerada "porque los tiempos, Europa e incluso, la burguesía" del país "lo pedían", en este caso estamos, a su juicio, ante el nacimiento de un movimiento social, como pudo ser el del voto femenino en su momento en España, el de la integración racial en Estados Unidos o el de los movimientos gays. Hernández consideró que la lucha que protagonizan los indignados "ya no es de una minoría, sino de una gran mayoría" y agregó que sea cual sea su recorrido, hay una generación ahí que va a estar impregnada de determinadas ideas democráticas que a algún sitio van a llevar. El autor del libro que dará título a la conferencia que ofrecerá en la XX Universidad de Verano de Maspalomas explicó que la palabra idiota proviene del griego y alude a la persona que no se preocupa ni participa en la vida política de un país. Además de subrayar que en España "no se enseña ni democracia ni lo que es la Constitución", opinó que los ciudadanos no es que pasen de la política, sino que lo que ocurre es que el sistema democrático vigente en el país les ha dejado prácticamente fuera de ella. Es decir, dijo, no es que sean idiotas, es que los han idiotizado. Y es que, a su juicio, mientras sigan proliferando los pactos postelectorales que se firman cada cuatro años contra la voluntad popular expresada en las urnas; se reduzca el concepto de democracia a la parlamentaria, "que no es realmente una democracia en sentido estricto"; no haya una separación real, y no una mera distinción, de poderes, y no se haga más uso de las consultas populares, como ocurre en países como Estados Unidos, no se podrá hablar de una participación ciudadana real en las decisiones que afectan a la colectividad. Con todo, Santiago Hernández consideró que la democracia "pasa ahora por un buen momento", tal y como demuestra el hecho de que la gente está concienciada de que tiene que participar en el sistema para evitar "algunos atropellos".