La boda de Alberto II de Mónaco con la exnadadora olímpica sudafricana Charlene Wittstock el próximo 2 de julio contará con un acompañamiento musical de excepción con algunas de las voces más cotizadas de la lírica. Si se mantiene el planning previsto, que se intenta llevar con la máxima discreción, la pareja hará su entrada en la ceremonia religiosa al ritmo del Celebration perteneciente a la composición Standing Stone, una pieza de música clásica compuesta por el exbeatle Paul McCartney.

Kenneth Tarver, aclamado tenor de Detroit (EEUU) afincado en Barcelona desde hace algunos años, llevará la voz cantante en esta pieza junto a la soprano Lisa Larsson. Tarver, que en el Liceo de Barcelona interpretó Il Viaggio a Reims en el 2003 y que está presente en los mejores coliseos, se siente barcelonés por los cuatro costados. "La ciudad me encanta. Me encuentro muy a gusto en ella. Me ha permite desconectar y a la vez estar conectado a Europa", ha declarado el artista. Trasladarse a Mónaco no le supone ningún esfuerzo, especialmente tratándose de un evento tan especial, una de las citas más esperadas en el principado, paraíso del lujo y el glamur.

IMPACTO MEDIÁTICO Tarver, al igual que el resto de invitados a actuar en la ceremonia, es consciente de la gran repercusión mediática del evento. Más allá de los vips y de la realeza, la cita congregará un gran número de público, no solo en las calles del principado sino alrededor de las pantallas de televisión. Eso es algo que cada artistas valora a la hora de establecer el cachet en un acto que sale de lo habitual.

El dúo formado por Tarver y Larsson se unirá posteriormente el bajo Alexander Vinogradov y una contralto por determinar. Estaba prevista Natalie Stutzmann, pero su actuación se ha anulado. El cuarteto que formarán interpretará fragmentos clásicos de la Misa de coronación de Wolgang Amadeus Mozart.

Dos divos de la ópera como la soprano norteamericana Renée Fleming y el tenor peruano Juan Diego Flórez pondrán sus impresionantes voces en la celebración religiosa que se realizará al aire libre, en el patio de honor de palacio monegasco. Los cantantes contarán con el acompañamiento musical de la Orquesta Filarmónica de Montecarlo y del Coro de la Ópera de Montecarlo bajo la dirección de Lawrence Foster, que fue el titular de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC).

CONCIERTO PREVIO La música más moderna la pondrá el francés Jean Michel Jarre. Actuará el día antes, tras la ceremonia civil del día 1 en el Salón del Trono. Jarre ofrecerá un gran concierto de luz y sonido en un escenario singular, de 200 metros, montado en el centro del puerto. El objetivo es que el show de dos horas, que será gratuito, pueda disfrutarse desde diferentes puntos de la ciudad, tanto desde el mismo puerto como desde la colina donde se encuentra el palacio real y la zona donde se concentran la mayoría de edificios de Mónaco.

Charlene, que es 20 años más joven que el príncipe Alberto, que tiene 53, se convirtió la pasada primavera al catolicismo. Abandonar la fe protestante era un requisito necesario para poder casarse con el máximo representante de la casa real.

Tras el enlace se convertirá en princesa consorte y tendrá tratamiento de su alteza serenísima, el mismo que en su día obtuvo Grace Kelly, madre de Alberto, fallecida en un accidente de tráfico en 1982. Charlene, al igual que la que fue una cotizada actriz de Hollywood antes de contraer matrimonio con el príncipe Rainiero, ha entrado con bien pie en el principado. Ella tiene un perfil más discreto, pero a la vez elegante.