El extenista Boris Becker vuelve a tener problemas con Son Coll, la finca que compró en 1997 en el municipio de Artà, en Mallorca, por 100 millones de las antiguas pesetas, según se publicó entonces. Un juzgado ha embargado la propiedad por el impago de 275.000 euros al jardinero encargado de su cuidado, aunque a Becker no parece quitarle el sueño. "Es todo menos dramático de lo que parece", ha declarado al rotativo alemán Bild.

El tres veces campeón de Wimbledon tiene puesta en venta la finca desde hace cuatro años, porque desde que la compró no ha tenido más que problemas. En el 2004 tuvo que pagar una multa de 240.000 euros por unas obras ilegales, entre ellas un aljibe y una pista de tenis que no figuraban en el proyecto. De momento no ha encontrado comprador, ya que pide 15 millones de euros.

EL NOVIO DE NORMA DUVAL Según revela el diario alemán, el impago de la deuda al jardinero se ha producido por una disputa entre el extenista y el agente inmobiliario encargado de la venta, Matthias Kühn, actual novio de la vedete Norma Duval. Según Becker, este se había comprometido a asumir los costes de la jardinería hasta hallar un comprador, mientras que Kühn asegura que lo que habían pactado era que coordinaría los trabajos de mantenimiento del jardín. Los jueces dieron la razón al agente, y como Becker ha recurrido el fallo, los jardineros han pedido el embargo para asegurarse el pago de la deuda.

"Cuando alguien se siente tratado injustamente siempre tiene la opción de actuar por la vía judicial. El proceso sigue en marcha, y por eso no puedo entrar en detalles", ha declarado el célebre deportista alemán.

La propiedad ocupa 30 hectáreas y, además de la vivienda principal, dispone de una casa para invitados, un extenso jardín, piscina, una pista de tenis y otra de baloncesto. La familia Becker se instalará en la casa a mediados de julio.