Menos de un año ha durado la travesía por el desierto de Bibiana Aído. La más joven ministra de la democracia (31 años cuando fue nombrada), titular de una cartera inédita, la de Igualdad, que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero puso en marcha a bombo y platillo para, dos años y medio después, verse obligado a eliminar por la crisis (en octubre fue incorporada en el Ministerio de Sanidad), ha encontrado el escenario propicio no solo para, de alguna manera, continuar lo empezado, sino para brillar: la agencia de Naciones Unidas para la igualdad entre géneros. Mejor conocida como la ONU-Mujeres.

El nombramiento de Aído como asesora especial de la agencia que dirige la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue hecho público ayer, junto con otros cinco que cierran la estructura directiva del recién creado organismo. La secretaria de Estado de Igualdad declaró poco después que confía en aportar su "granito de arena", dijo que le hace "especial ilusión" trabajar con Bachelet ("una mujer a la que admiro profundamente"), y recordó que los derechos de la mujer "no son respetados totalmente en ningún lugar del mundo".

Aído, nacida en 1977 en Alcalá de los Gazules (Cádiz), dejará la Secretaría de Igualdad en cuando el nombramiento se haga oficial. Su marcha a Nueva York, dijo, no implica un adiós al PSOE. Tan solo "un hasta luego".