Una investigadora del Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del CSIC y la Universitat de València (UV), trabaja en el desarrollo de un telescopio de reconstrucción de imágenes a tiempo real para la terapia hadrónica, técnica que permite aplicar las dosis de radiación sobre el tumor y evita dañar el tejido sano. Gabriela LLosá Llácer ha obtenido el premio Idea 2011 en la modalidad de Tecnologías, que concede la Fundación Ciudad de las Artes y las Ciencias, por este telescopio que reconstruye la imagen de la zona donde se aplica la radioterapia con mayor sensibilidad y en tiempo real, lo que permitiría corregir la trayectoria del haz de partículas si fuera necesario. La terapia hadrónica es una innovadora técnica para aplicar radioterapia a determinados tipos de cáncer y que ya se utiliza en centros de investigación en Europa, Norteamérica, Japón y Sudáfrica. Esta terapia utiliza partículas cargadas (haces de protones o iones de carbono) en lugar de fotones. Así, la dosis de radiación se aplica de forma precisa donde está el tumor y se evita dañar el tejido sano. En la actualidad, se usan dispositivos de Tomografía por Emisión de Positrones (PET, por sus siglas en inglés) para controlar que la radiación se aplique en la zona donde se localiza el tumor. Este sistema reconstruye una imagen de la zona mediante la detección de los fotones procedentes de la aniquilación de los positrones (la antipartícula del electrón) emitidos por los tejidos expuestos a la terapia. Según fuentes del CSIC, algunas "desventajas" del sistema PET son que tiene una baja sensibilidad y pierde precisión en la reconstrucción de la imagen, debido a que el haz de partículas para la terapia no permite situar un anillo completo de detectores alrededor del paciente. Para solucionarlo se está investigando el uso de una serie de detectores colocados en paralelo que los científicos llaman telescopios. La idea de Gabriela Llosá (Madrid, 1975) es utilizar fotomultiplicadores de silicio y cristales centelleadores de bromuro de lantano para fabricar los detectores de este telescopio, ya que con ellos se reconstruye la trayectoria de los fotones que también emite el tejido irradiado. Este tipo de fotodetectores basados en silicio, de reciente creación, se investigan para su uso en Física de Partículas y en física médica para la mejora de algunos detectores llamados calorímetros y que están presentes en aceleradores de partículas como el Gran Colosionador de Hadrones (LHC). También se incorporarán en la siguiente generación de aceleradores lineales de partículas y en diversas aplicaciones de física médica, según Llosá. "Esta opción será potencialmente más barata en el futuro, ya que el sistema de producción de silicio se está desarrollando con rapidez, lo que abarata los costes", ha afirmado la investigadora. El futuro Instituto de Física Médica (IFIMED), un proyecto impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la Generalitat Valenciana, el CSIC y la Universitat de València, investigará en este tipo de terapias, entre otras aplicaciones. Este centro está incluido en el mapa nacional de instalaciones científicos-técnicas singulares. Licenciada en Ciencias Físicas por la Universitat de València, Gabriela Llosá realizó su tesis doctoral en el Instituto de Física Corpuscular bajo la dirección del Investigador del centro Carlos Lacasta. Actualmente es investigadora en el IFIC con un contrato Juan de la Cierva y disfruta de los fondos de la Unión Europea, Marie Curie, de apoyo a la investigación.