Ecologistas en Acción ha desaconsejado hoy acudir a los circos que usan animales silvestres porque sufren "una precariedad y maltratos continuos", sobre todo en "la trastienda", donde el público no está presente, según denuncia hoy en una nota.

Con la llegada de la Navidad aumenta la presencia de los circos en las ciudades, afirma esta organización, que aboga por que estos espectáculos sean compatibles con el respeto y salvaguarda de los derechos de los animales. Sin embargo, la situación de los animales, especialmente en la "trastienda", suele ser "lamentable", subraya Ecologistas en Acción. Además, el comportamiento en cautividad "está lleno de características anormales como idas y venidas, auto mutilaciones, golpearse con la cabeza, balanceos, o morder los barrotes de las jaulas".

Los animales de circo pasan "la mayor parte de su vida atados o encerrados en jaulas, donde apenas tienen movimientos y en las que han de comer y hacer sus necesidades". En consecuencia, "la forma de estancia y confinamiento de los animales en los circos es totalmente opuesto a lo que necesita el animal, lo que constituye en sí un maltrato desde un punto de vista fisiológico y etológico".

Asimismo, Ecologistas en Acción denuncia prácticas de entrenamiento como la extirpación de garras en los felinos para evitar accidentes; la extracción de dientes incisivos en los chimpancés, o el uso de varas con descargas eléctricas, palos con pinchos y látigos.

Subraya, por último, el éxito de experiencias como el Circo del Sol y el Gran Fele (Premio Nacional del Circo en 2009), que "avalan la salida comercial de estas empresas sin necesidad de recurrir al maltrato animal".