Madonna sigue calentando motores de cara a la publicación de su nuevo disco, MDNA, disponible a partir del próximo lunes, 26 de marzo. Y su último aperitivo es su segundo sencillo y correspondiente videoclip Girl gone wild, con una puesta en escena repleta de guiños a su trayectoria: imágenes en blanco y negro que recuerdan la estética del clásico video de Vogue (hit de 1990), crucifijos, el maillot de Confessions, lágrimas (de sangre) como remate final (Like a prayer). La reina del pop ha retomado símbolos que ya utilizó en este clip en el que más que reinvención hay reciclaje del bueno. Y lleva hasta el extremo el concepto de chica pecadora que quiere ser buena. De hecho, no faltan referencias al pecado y la religión, con manzana incluida: esa fruta con la que Eva tentó a Adan aparece aquí con dos Adanes, y uno de ellos es el modelo español Jon Kortajarena.

Acrobática y desafiando las leyes de la gravedad, a sus 53 años la ambición rubia sigue exhibiendo cuerpazo y elasticidad. Y sigue apostando por el erotismo como reclamo, con un ejército de bailarines, muchos hombres musculados ligeros de ropa y con taconazos. Por cierto, por la red sus detractores están haciendo circular que se trata de un plagio del Alejandro de su gran competidora, Lady Gaga.

Otra escena que llama la atención es la de Madonna fumando, algo tan políticamente incorrento en los tiempos que corren y que remiten a su libro Sex de inicios de la década antepasada. El videoclip en cuestión dura 3:51 minutos y lo han dirigido los fotógrafos Mert y Marcus. Y la canción, que se mueve a ritmos dance/electrónicos, está producida por Benny Benassi.