Lauren Odes, una mujer de 29 años, ha sido despedida de una tienda de lencería de Manhattan (Nueva York) por "distraer", con su abundante pecho, a sus compañeros dos días después de ser contratada. Según informa ABCNews, sus superiores, judíos ortodoxos, le habían dicho que disimulara su anatomía y le habían sugerido prendas menos ajustadas. La empleada, que trabajaba como administrativa, ha demandado a la empresa por discriminación sexual y religiosa.

"Cuando empecé a trabajar aquí, pregunté por el código de vestimenta pero me respondieron que bastaba con que mirara a mi alrededor", dijo Odes en la rueda de prensa que ha convocado el pasado lunes 21 de mayo para presentar su denuncia. Añadió que a partir de entonces llevó ropa deportiva y menos formal.

Por si no fuera poco, su supervisor se acercó a un armario, sacó una bata de color rojo brillante decorada con fotos de guitarras, y le dijo a Odes que se sentara en su escritorio y lo llevara puesto todo el día. "Me sentí totalmente humillada", aseguró la mujer. También le sugirieron que se comprara un jersey hasta los tobillos. Su primera reacción fue ir al baño a llorar pero después de ir a comprarse el nuevo atuendo, le informaron que estaba despedida.

Odas, reconoció ser también judía pero aseguró que nadie tiene derecho de imponer sus creencias religiosas a sus empleados. Su abogada, Gloria Allred ha presentado una demanda ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades por "trato discriminatorio, humillante e ilegal".