Enfrentamiento sin precedentes. “Nos causa dolor y tristeza tomar esta decisión. Siempre hemos colaborado. Es la primera vez que ocurre una cosa así en lo que alcanza a la memoria de los más antiguos. Pero el ministro ha faltado al respeto a la comunidad universitaria”. Así se expresaba la presidenta de los rectores españoles, Adelaida de la Calle, tras abandonar junto al resto de sus colegas --entre ellos el rector de la UJI, Vicent Climent-- la reunión del Consejo de Universidades convocada por el titular de Educación, José Ignacio Wert, porque este se había negado a incluir en el orden del día un debate sobre las medidas de ajuste. Ahora esperan que acepte convocar un consejo extraordinario sobre el decreto y, mientras, han pedido una reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Que las relaciones no eran buenas entre el ministro y las universidades no era ningún secreto. Wert ya había advertido de que los rectores no le miraban “con simpatía”. La forma como se aprobó el decreto ley de recortes, sin consulta previa, y el fondo, con un fuerte aumento de las tasas, cayeron como una bomba en la comunidad universitaria. La negativa de Wert a entrar en ningún diálogo o negociación desembocó en el enfrentamiento sin precedentes escenificado ayer.

Los rectores aseguran que desde el mismo día en que “por los medios de comunicación” conocieron el decreto han intentado que se convocara un consejo extraordinario para debatirlo. Primero lo pidió la presidenta de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). Según el reglamento es suficiente para que se convoque. Como no lo lograron, recurrieron a la votación, un hecho también sin precedentes. Si un 33% de los rectores piden su convocatoria, el ministerio está obligado a convocarlo. Y optó por el sí una mayoría aplastante, pese a lo cual Wert se limitó a llamar a los rectores al consejo ordinario de ayer que solo preveía la lectura de un informe sobre el decreto. Ningún debate sobre el mismo.

“SORPRESA” // El ministro se atrincheró en su respuesta al plante en cuestiones reglamentarias y mostró una “infinita sorpresa” por el mismo, pese a que durante toda la mañana de ayer se le advirtió de esa posibilidad a través de miembros de su gabinete.

Tras un momento de “crispación e indecisión”, el ministro se negó, según De la Calle. Y se negó por la cuestión de fondo que enfrenta a las dos partes. “Los decretos los aprueban los gobiernos y los ratifica el Congreso. Si cambiara un decreto que se ha aprobado hace 15 días a quien tendrían que cambiar es a mi”, dijo sin titubear, antes de acusar a los rectores de “no estar a la altura de los problemas de España”. H