Quince muertos, 12 desaparecidos y centenares de heridos. El seísmo de 5,8 en la escala Richter que ayer por la mañana se produjo en la región de Emilia-Romagna (Bolonia), golpeó por segunda vez en 10 días una zona que estaba solo empezando a acostumbrarse a la emergencia de vivir en tiendas de campaña. Unas 8.000 personas se han quedado sin hogar en este segundo seísmo, que se añaden a las 6.000 del primero. La mayoría de las víctimas mortales son obreros, que trabajaban en plantas industriales que se han comportado como de si fueran de hojalata. El patrimonio artístico de la zona, de los siglos XII y XIII, ha sufrido daños irreparables. Las autoridades advierten de que los muertos podrían aumentar.

El epicentro fue localizado en torno a la ciudad de Módena, célebre por su industria de vinagre balsámico, muchas de cuyas botijas, valoradas en millones de euros, se han perdido. En Parma, unas 500.000 formas de parmesano estropeadas se añaden al otro medio millón de hace 10 días.

Los temblores sacudieron también Milán, Génova, Florencia y el norte el Valle de Aosta y Austria, al otro lado de los Alpes. En Pordenone (Friuli) las escuelas fueron evacuadas, mientras la tierra volvía a temblar alrededor de la una del mediodía. En Venecia, una estatua se desplomó en una calle y en Padua cayeron piezas de la basílica de san Antonio. El párroco de Rovereto di Novi murió mientras intentaba salvar su iglesia y otro párroco fue rescatado con vida después de que se le desplomase encima una parte de la catedral de Carpi. Entre las víctimas se encuentran dos mujeres que trabajaban en una fábrica de muebles y tres hombres sepultados al desplomarse el techo de la planta donde trabajaban. En Mirandola, Protección Civil estimó que el 80% de las industrias locales se vinieron abajo.

El servicio de trenes italiano interrumpió durante horas la circulación en todo la zona. La selección nacional de fútbol anuló el partido amistoso contra Luxemburgo de anoche. “No se ha tratado de un temblor de ajuste, sino de un nuevo terremoto”, explicó Protección Civil. Giorgio Napolitano, presidente de la República, pidió comprobar si debían haberse tomado medidas preventivas. “Estoy seguro que superaremos este momento, nadie será abandonado”, manifestó Napolitano.

DENUNCIAS // Los principales sindicatos denunciaron las condiciones de seguridad en las que trabajan los obreros de la región, que es una de las más ricas de Italia. El primer ministro, Mario Monti, ha afirmado que será necesario «un compromiso financiero extraordinario», que podría ser cubierto “con la superación de los límites del pacto de estabilidad”, que impone la Unión Europea.

Según los vulcanólogos, los temblores en Italia están causados por la colisión entre dos grandes placas tectónicas, la africana y la euroasiática. Pero además en el noreste del país, se da la circunstancia de que la base de los Apeninos estaría deslizándose hacia la base los Alpes, lo que provocaría el choque de las dos placas y el consiguiente levantamiento traumático del suelo. H