Microsoft no se rinde en la batalla de los teléfonos móviles. El gigante de Redmond ha presentado este miércoles en San Francisco el que será su nuevo sistema operativo para smartphones, Windows Phone 8, que llegará al mercado en el último trimestre del año. El nuevo sistema operativo mantiene la estética de la versión anterior, pero tiene una pantalla principal es mucho más configurable (se podrá variar el tamaño de los cuadros).

Una de las principales novedades del sistema operativo es que compartirá núcleo con Windows 8 para ordenadores, de manera que los desarrolladores lo tendrán mucho más fácil a la hora de crear juegos o aplicaciones al tratarse de la misma arquitectura (servirán para ambas plataformas). "Para los consumidores, esto implicará más opciones de hardware. Habrá más variedad de teléfonos (Windows Phone), más variedad de usos y más variedad de precios", explicó Joe Belfiore, uno de los ejecutivos responsables del desarrollo de Windows Phone, en la presentación del sistema operativo.

Además, los dispositivos soportarán procesadores de dos o más núcleos, por lo que podrá ser instalado en aparatos más rápidos. También permitirá varias resoluciones de pantalla, e incorporará soporte para tarjetas MicroSD, hasta ahora inexistente. Los aparatos tendrán como navegador la última versión del Expolorer, la 10, cuatro veces más rápido que su versión anterior y con un filtro anti-phishing.

Monedero virtual

El sistema operativo también será compatible con los chips NFC, utilizados para transmitir datos de forma segura, por ejemplo en el pago en los comercios acercando el teléfono al lector de tarjetas. Es por ello que Windows Phone 8 tendrá un incorporado una aplicación de monedero virtual similar al Google Wallet y al PassBook de Apple.

Por último, Windows Phone 8 seguirá incorporando los mapas de Nokia (desarrollados por Navteq), que permiten la navegación aún cuando el usuario no tenga conexión a internet.