Si su nombre no les dice nada, puede que sí recuerden esa escena memorable de Cuando Harry encontró a Sally, en la que Meg Ryan finge un orgasmo en un restaurante de Manhattan y una señora de mediana edad, que observa atentamente, le dice al camarero: "Tomaré lo mismo que ella". Nora Ephron, la directora y guionista de aquella y otras películas, además de novelista, ensayista, periodista o dramaturga murió el martes por la noche en Nueva York tras una larga batalla contra la leucemia. Tenía 71 años y la prensa estadounidense la despidió anoche alabando su ingenio y su talento para hacer reír con el absurdo y las miserias humanas.

Ephron llegó al cine relativamente tarde y casi por casualidad, después de reescribir junto a su segundo marido, el periodista Carl Bernstein, quien destapara junto a Bob Woodward el 'caso Watergate', el guión de 'Todos los hombres del presidente'. Su versión nunca se llegó a utilizar en la gran pantalla, pero le sirvió para adentrarse en un mundo hasta entonces desconocido para ella. Con los años dirigiría comedias románticas como 'Tienes un e-mail', 'Algo para recordar' o 'Embrujada' o el drama matrimonial 'Se acabó el pastel', basado en una novela de tintes autobiográficos ('Heartburn') en la que narra su divorcio de Bernstein.

Espacio propio

Ephron logró ganarse en la industria un espacio propio, en una época donde las mujeres abundaban menos todavía que hoy. Si sus películas tuvieron buen recibimiento en taquilla, fue con sus guiones con los que rozó la cima del reconocimiento en Holywood. Hasta en tres ocasiones se quedó a las puertas del Oscar ('Silkwood', 'Algo para recordar' y 'Cuando Harry encontró a Sally'). Tres años atrás filmó 'Julie and Julia', protagonizada por Meryl Streep, la que ha sido a la postre su último filme.

Inteligente, polifacética y divertida como una Dorothy Parker moderna, según la han descrito quienes la conocían, Ephron desarrolló también una carrera prolífica como periodista y fue, en sus propias palabras, una de las pocas becarias que trabajó en Casa Blanca de Kennedy sin que el presidente intentara beneficiársela. Últimamente el éxito le sonrió a su vez con la literatura, ya fuera con su novela sobre la vejez 'I feel back about my neck' o con la obra de teatro 'Love, Lost and What I Wore', escrita junto a su hija.