Las mujeres sacerdotes en la Iglesia de Inglaterra seguirán estando discriminadas. El Sínodo General anglicano, reunido en Londres, rechazó anoche, por un puñado de votos, la ordenación femenina de obispos. El resultado rompió con los pronósticos y fue recibido con estupor por la mayoría de los presentes y las lágrimas de las participantes.

La controvertida propuesta obtuvo el respaldo masivo del Sínodo, pero para su aprobación hacían falta dos tercios de los votos en las tres cámaras de la institución: obispos, clérigos y seglares. Fue en esta última donde los tradicionalistas, evangélicos y anglo-católicos, muy activos en su campaña, se impusieron. H