El juez Fernando Andreu ha asumido este jueves por la mañana toda la responsabilidad por haber mandado a la cárcel a uno de los jefes de la mafia china fuera del plazo legal después de que la sala penal hubiera ordenado su excarcelación. El magistrado le ha dejado ya en libertad y solo le ha impuesto la obligación de notificar al juzgado su domicilio.

El magistrado también ha lamentado "mucho" que el "trabajo de la policía y fiscales pueda haber empañado" una investigación por una decisión "mía" que la sala ha calificado como "errónea".

Sin contabilizar

El togado, en una charla informal con periodistas, ha explicado que ordenó la detención de los más de los 100 detenidos en esta operación, pero acordó con la policía que practicara las diligencias necesarias como los 120 registros que se practicaron. Por ello, consideró que el tiempo que los arrestados estuvieron en dependencias policiales no se puede contabilizar dentro de los 72 horas que la ley obliga para que los detenidos pasen a disposición judicial y el juez decida si les deja o no en libertad.

Ahora, el juez está a la espera de que la Fiscalía Anticorrupción le diga qué hacer con el resto de detenidos que se encuentran en la misma situación que Kay Yang, es decir, el jefe de esta banda, Gao Ping, su mujer y el encargado del aparato de extorsión, Hai Bo. Lo más probable es que estas personas tengan la misma suerte y queden en libertad.