Catorce personas murieron ayer a causa de un incendio que se produjo en un taller para discapacitados mentales y físicos, ubicado en la localidad alemana de Titisee-Neustadt, a unos 40 kilómetros al este de Friburgo, en el sur del país. En el edificio, de dos plantas, gestionado por la organización Cáritas, dependiente de la Iglesia católica, se encontraban unas 100 personas en el momento del trágico suceso.

El fuego se inició sobre las dos de la tarde. Una testigo declaró que a esa hora había oído una explosión en la zona de montaje del taller. Cuando faltaban 20 minutos para las cuatro de la tarde, el portavoz de la policía local, Marco Troll, ya había confirmado el terrible balance: 14 personas muertas, entre ellas, algunas discapacitadas que trabajan en el taller y varios cuidadores. Otras ocho resultaron heridas de gravedad, aunque se encuentran fuera de peligro, según la policía. La causa concreta del incendio no estaba ayer confirmada, aunque se especulaba con la posibilidad de que algún material químico pudo haberlo provocado. Alrededor de las cuatro de la tarde, dos horas después de su inicio, el fuego se dio por controlado.

Las cerca de 120 personas que trabajan en el establecimiento manejan materiales de metal y madera, llevan a cabo instalaciones eléctricas, así como trabajos de montaje y embalaje. La policía informó de que de las 100 personas que estaban en el edificio, muchas de ellas reaccionaron con pánico ante las llamas. H