La defensa de Isabel Pantoja intentó demostrar ayer que la relación que mantuvo con Julián Muñoz no modificó su estado financiero, pero un funcionario de Hacienda vino a testificar lo contrario. El abogado de la tonadillera argumentó ante el tribunal que ya había comprado antes del 2003 varios pisos y una casa en El Rocío con dinero en efectivo, al igual que, añadió, hizo con el apartamento en el hotel Guadalpín. El mismo que la Fiscalía sostiene que pagó el exalcalde de Marbella con dinero "de procedencia delictiva". Ayer, el perito de la Agencia Tributaria vino prácticamente a decir que Isabel Pantoja no tenía dinero para ello.

Pantoja está acusada de blanquear presuntamente dinero del que era entonces su pareja. El perito de Hacienda que investigó la situación económica de la artista, de Muñoz y su exmujer, Maite Zaldívar, testificó ayer afirmando que aunque en 1997 Muñoz no tenía dinero guardado, sí lo tuvo en el momento en el que fue "alcalde electo o alcalde en funciones", mientras que a fecha 31 de diciembre del 2002, Pantoja "no tenía dinero atesorado", y que las propiedades que estaban a su nombre "las encontramos con importantes cargas hipotecarias". "Un cúmulo de indicios" todos ellos, añadió, que confirmó a los investigadores que fue Muñoz quien pagó el apartamento en Guadalpín.

El inspector insistió en que fue al exalcalde a quien la promotora Aifos rebajó el precio del inmueble, precisando que "favoreció cada uno de los actos" vinculados a su promoción.

Este funcionario de la Agencia Tributaria, que continuará declarando el día 11 de diciembre cuando se retome el juicio, manifestó respecto a Isabel Pantoja que las investigaciones realizadas a su "estructura económica y financiera y sus sociedades" han permitido establecer que "no tenía dinero atesorado ni fuentes de rentas que le hubieran permitido realizar inyecciones de efectivo metálico tanto en cuentas propias como en las de sus sociedades". Es decir, que no pudo pagar dicho apartamento porque carecía de recursos.