El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha considerado una "barbaridad" y una "responsabilidad" que, según el recuento de las entradas de la fiesta de Halloween del Madrid Arena, la empresa Diviertt vendiera casi el doble de los pases permitidos por el aforo.

En declaraciones a Onda Cero, recogidas por Europa Press, González ha indicado que "fue un hecho terrible" el fallecimiento de las cuatro jóvenes y que lo sucedido "exige una investigación en profundidad" para llegar "hasta el final". De hecho, ha apuntado que ya se han abierto comisiones de investigación y que hay un procedimiento judicial.

Sobre que se haya averiguado, tras el recuento de las entradas, que se vendieron casi 17.000 localidades cuando el aforo permitido estaba fijado en 10.600 personas, González lo ha tildado de "barbaridad" e "irresponsabilidad" por parte de la empresa que organizaba el evento y, a su juicio, se tiene que tener "en consideración" a la hora de pedir responsabilidades.

Preguntado por si tras conocerse este extremo, alguien del Ayuntamiento de Madrid, como la propia alcaldesa, Ana Botella, debería asumir alguna responsabilidad, González ha indicado que desconoce las relaciones que podía tener el Consistorio con la empresa pero que lo que está "claro" es que la organizadora hizo un "mal uso" de las autorizaciones que tenía para vender localidades.