El crucero Costa Concordia empezó ayer a enderezarse de nuevo, 20 meses después de encallar junto a la isla italiana del Giglio, en una operación de ingeniería sin precedentes en la que participan 500 personas y que tiene un coste de 600 millones de dólares.

Las tareas para la vuelta a la posición vertical del crucero, que se prevé que se extienda más allá de las 12 horas previstas en un principio, comenzaron ayer a las 09.00 hora local (07.00 GMT) con tres horas de retraso por las malas condiciones meteorológicas y del mar durante la noche.

Poco más de tres horas tardó el barco en separarse de la roca sobre la que había quedado tumbado tras el naufragio, acaecido en la noche del 13 de enero del 2012 y que dejó un balance de 30 muertos (entre ellos un español) y 2 desaparecidos, cuyos cuerpos se pretende encontrar ahora gracias al enderezamiento.

La operación, conocida en términos técnicos como parbuckling, pretendía rotar el Costa Concordia 65 grados hasta enderezarlo del todo para proceder a su traslado hasta un puerto y desguazarlo. H