Este otoño también será caliente sindicalmente. CCOO y UGT han anunciado este jueves un calendario de protestas en la calle que irán aumentando su intensidad hasta confluir en una "gran movilización ciudadana" en noviembre. Los líderes de CCOO y UGT, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, han explicado que buscarán el máximo respaldo social mediante la plataforma Prou Retallades en contra de las nuevas reformas del Gobierno central y del continuismo en la austeridad presupuestaria.

Los dos sindicatos mayoritarios participarán en la manifestación de este sábado en contra de la reforma de la ley del aborto, convocarán una manifestación el próximo 7 de octubre en el marco de una protesta convocada por la Confederación Sindical Internacional para reclamar trabajo digno y el respeto a los derechos de los trabajadores y preparan otras acciones de sectores con sus convenios amenazados de desaparición por la reforma laboral y en los centros educativos y sanitarios.

Álvarez y Gallego han asegurado que todavía están estudiando la fecha y el tipo de movilización de noviembre, aunque no descartan ninguna medida incluida la huelga. El eje de todas las protestas será la defensa del Estado del bienestar, con especial incidencia en el rechazo a la reforma de las pensiones, así como la oposición a los recortes que a su juicio siguen llevando a cabo los gobiernos central y catalán.

Gallego ha acusado al presidente de la Generalitat, Artur Mas, de mentir al asegurar que no habrá más recortes sociales. "Que no nos engañe, la propuesta que hace mas es de seguir recortando", ha afirmado el líder de CCOO, que ha atribuido a CiU un doble juego al predicar su oposición a la austeridad y, por otro lado, promover recortes como la reducción del gasto en transporte escolar a través de una enmienda en la ley de educación del Ejecutivo de Madrid.

Álvarez ha tachado de "humo y palabras" las promesas sociales de Mas ya que los hechos son que continñuan los recortes presupuestarios en servicios esenciales. Tanto Gallego como Álvarez han cargado también contra el president por convertir en "rehenes" a los empleados públicos al asegurar que la recuperación de la paga extra anulada depende de que el Gobierno central dé el visto bueno al nuevo impuesto sobre la banca. "Es algo inmoral ligar la paga con el impuesto bloqueado por Madrid. La Generalitat tiene instrumentos para recuperarla", ha explicado el dirgente de UGT.