La falta de confianza en los investigadores y la ausencia de una apuesta clara por la ciencia y la innovación en España puede convertir en "cíclica" la marcha de investigadores españoles al extranjero, advierten los científicos españoles residentes en Alemania.

En una entrevista con Efe, Raúl Delgado-Morales, presidente de la Sociedad de Científicos Españoles en la República Federal de Alemania (CERFA), abogó por una apuesta constante para establecer "una política científica a veinte años" que evite esa fuga de cerebros.

CERFA, fundada hace ya más de un año, agrupa a más de 360 científicos de todas las disciplinas que trabajan e investigan en instituciones, universidades y laboratorios germanos.

A semejanza de la Sociedad de Científicos Españoles en el Reino Unido (CERU), nació con el objetivo de "compartir experiencias y ofrecer ayuda, así como servir de interlocutor con instituciones alemanas y españolas".

Su presidente, el barcelonés Delgado-Morales, que disfruta de una beca Marie Curie de posgrado en el Instituto Max Planck de psiquiatría en Múnich, en donde reside desde hace tres años, señaló que la organización que preside no es una plataforma "nacida contra la crisis".

"Pretendemos ayudar a traer ideas para mejorar el sistema español", añadió.

Sin embargo, sí reconoció el rápido crecimiento de la asociación desde su fundación, especialmente notable en un país que hasta ahora no había sido un gran polo de atracción de científicos españoles debido sobre todo a la "barrera lingüística".

En CERFA están representados "estudiantes, doctorandos, catedráticos y jefes de departamento" aunque, según reconoció su presidente, el "núcleo duro" está constituido por estudiantes posdoctorales que tienen que desarrollar sus investigaciones en Alemania.

A su juicio, la pérdida de investigadores que sufre España puede convertirse en algo permanente.

"El daño más grave es el que se ha producido en la confianza de los científicos, lo cual repercutirá negativamente en la vuelta de éstos" a España, ahondó el joven investigador español.

"La gente está dispuesta a hacer sacrificios para volver a España con su familia, amigos y entorno, pero se desaniman al ver cómo iniciativas como la Carta Abierta por la Ciencia" que concitó el apoyo de numerosos investigadores "se encuentran las vallas del ministerio cerradas".

"No hay ninguna apuesta por nosotros", lamentó Delgado-Morales.

Casos como el de la astrofísica Amaya Mora Martín, investigadora española a la que le fue denegado un contrato Ramón y Cajal antes de ser reclutada por la Nasa, no hacen sino ahondar en esta sensación, señaló como ejemplo.

Sin embargo, también admitió errores por parte de los científicos: "no hemos sabido acercarnos a la gente de la calle" opinó.

Para el barcelonés, la comunidad científica no ha sido capaz de trasladar a la sociedad que "invertir en I+D se traduce en una mejora de la calidad de vida".

Esta situación provoca que "nadie conozca a científicos españoles de talla mundial que cuentan con un gran prestigio en el extranjero" concluyó.

En su opinión, lo ideal sería que existiese una "movilidad bidireccional" entre España y los países de su entorno como modo de potenciar una "consolidación del sistema de I+D" español.

Pero, añadió, "a corto plazo volver es imposible" ya que el sistema español "no puede asimilar la cantidad de científicos" que han abandonado el país.

En primer lugar "hay que solucionarlos problemas internos, como la financiación de las universidades o del CSIC, después vendremos los demás", concluyó el investigador español.