Familiares y amigos de los seis detenidos hoy en Pamplona y Berriozar por colocar una ikurriña antes del chupinazo de los pasados sanfermines han exigido su inmediata libertad por considerar que, en todo caso, se trató de una acción "imaginativa, espectacular y pacífica".

"No sabemos si los detenidos son los que pusieron la ikurriña, lo que si sabemos es que quienes colocaron esa bandera realizaron una acción imaginativa, espectacular y pacífica", han sostenido en un comunicado leído en la plaza Consistorial de Pamplona ante decenas de personas que han mostrado su apoyo a los arrestados, quienes serán puestos mañana a disposición judicial.

Los seis detenidos, que se encuentran en dependencias policiales de Pamplona, están acusados de un delito de desórdenes públicos por su presunta participación en dichos incidentes, que retrasaron casi veinte minutos el lanzamiento del chupinazo.

"Colocar la ikurriña en las calles de Pamplona no es delito", han asegurado en su escrito, leído en euskera por Maider Sukuntza, familiar de uno de los detenidos, y en castellano por Aitor Sola, de la plataforma Iruñea Askatasunez.

Entre los congregados se encontraban miembros de la izquierda abertzale como el diputado de Amaiur Sabino Cuadra o el parlamentario de Bildu Maiorga Ramírez, aunque las detenciones han sido también criticadas, en sendos comunicados, por formaciones como Aralar, Izquierda-Ezkerra, o LAB.

La Comisión de Personal de la Agencia Navarra de Emergencias, a la que pertenecen dos de los arrestados, Íñigo Balbas y Natxo Barriuso, han denunciado asimismo las detenciones "al parecer relacionadas con un acto pacífico enmarcado dentro de la libertad de expresión".

Los familiares y amigos de los detenidos han calificado la actuación policial como una "operación política-mediática" y han criticado que a los arrestados "se los han llevado por la fuerza sin ninguna necesidad".

Los detenidos "son más bien personas comprometidas y solidarias en varios movimientos sociales", han precisado para enmarcar estos arrestos en un contexto de "juicios y encarcelamientos políticos".

UPN "no es quién para apropiarse del sentir de esta ciudad", una ciudad diversa en la que "mucha" gente se identifica con la ikurriña, han sostenido antes de pedir la derogación de la Ley de Símbolos al considerar que representa una "cruzada contra su utilización oficial". "Esa Ley tiene que ser derogada porque no respeta la diversidad de Navarra y es un estorbo para la convivencia", han indicado.

Por todo ello, han concluido que "tanto si fueron los que colocaron la ikurriña como si no, desde un punto de vista democrático resulta inaceptable que se presente contra ellos ningún cargo".